lunes, 23 de septiembre de 2013

Buscando la palabra


A esta jodida cara de ángel siempre le acompaña un demonio
a estas horas imprevistas me despisto y desmorono,
contando falsas conquistas entre sueños alborotados,
como un general triunfal que nunca fue derrotado.
Imponiendo soluciones a los defectos de almacén
me deshago de mi ropa en el margen de un papel,
porque ya hace mucho tiempo que me guían las sirenas y los duendes
sin olvidar a que atenerme,
no hinco la rodilla ni por dioses ni por reyes.
Vomito cultura en tu analfabeta indiferencia,
me río de los sabios que sólo piensan con la cabeza...
olvidan el tic tac del bajo pecho,
olvidan que están vivos, olvidan que están muertos...


...Siguen siendo pobres de ilusión y ricos en desconfianza 
siguen midiendo su fe con esas extrañas balanzas 
que sólo se llenan de temores y de posibles amenazas.


Y quién gana con esto que escribo se preguntan unos pocos, 
pues ganas tú, gano yo y ganais vosotros. 
Todo aquel que sienta algo leyendo estas palabras,
desde el que se eriza el bello, 
hasta el que se le caen las lágrimas, 
y el que no sienta nada que se excluya de beber de mis ideas, 
ya que son remedio para la sed de la que sufren los poetas, 
siempre buscando una palabra que mejor defina el momento, 
siempre juntando las letras que expliquen lo que siento.



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