miércoles, 26 de diciembre de 2012

Costuras del alma


Sigo buscando un roto
para este descosido
sigo emborrachándome 
hasta perder el sentido
la conciencia y la cartera

La vida me depara
nuevas oportunidades
yo las desperdicio
como ya lo hice antes
ni siquiera me planteo
llegar y hacer las paces

Mi conciencia está arruinada
y con ella mis virtudes
sólo queda escribir
para volver a las nubes
Desde allí os vigilo
y parecéis hormigas

Cicatrices blancas
la condena del suicida
no te gusta escucharme
o no haberlo hecho antes
¿No puedes vivir sin mí?
o prefieres que me calle.






Feliz navidad



24 de diciembre, todo el mundo espera sentado, que llegue la hora de la cena más familiar del año. Yo sólo espero que acabe pronto, que pase ya esta mierda de fechas, en las que un día estuve realmente ilusionado pero que ahora sólo me sirve como escusa para emborracharme, poder ir a la nevera y beberme un pack de 6 cervezas a gusto, sin que nadie me ponga una mala cara, o me diga un comentario fallido sobre el alcohol a deshora y los excesos.
Mientras yo sentado frente a este ordenador, estoy en mi mundo, no en tu mundo de felicidad, falsedad e hipocresía. NO. En mi mundo sólo existe la felicidad acompañada del alcohol, acompañada de un petardo de marihuana, y, por desgracia, siempre de la mano de los bajones y las resacas… mi mundo jodidamente hipócrita y feliz sería un mundo sin resacas ni bajones. Como un encefalograma plano, sin subidas ni bajadas, una línea recta, sin más.
Y eso amigos míos aquí no se puede encontrar, aquí la gente camina deprisa por casa buscando corbatas, calcetines a juego o laca con que apelmazar su pelo. Yo estoy sentado mirando hacia todas las direcciones atónito por el revuelo que hay organizado en torno a este día, ni siquiera me he duchado y no pienso hacerlo, tengo una cerveza de la mano, un traje a medio poner y una cara bastante lejana al espíritu navideño.
Pero silencio, el discurso de su majestad está en la caja tonta, cerrad la boca y abrid los oídos, quien manda en el país y sobre ti está a punto de salir a escena con los hilos colgando como buena marioneta…
A la mierda,  cogeré otra cerveza y dejaré que la noche fluya… seguro que es una gran noche de mierda, seguro que acabo borracho con alguien que ni siquiera es mi amigo, echándote de menos, y mirando el jodido móvil cada 5 minutos para ver si me llama alguien que realmente valga la pena.
Y en efecto, mi pronóstico se cumplió, como no… era de esperar que mi nochebuena acabase en declive como lo lleva haciendo ya unos años, arrancando los primero rayos de sol del nuevo día, volviendo sólo por la calle, una vez más, un año más. Quizás todo esto sea una absurda broma, de alguien que mi raciocinio no llega a comprender, o quizás he nacido con ese alma de payaso tristón, acostumbrada al agua fría que baja por la nuca, cada vez que pienso estar realmente seco.
Sea lo que sea aquí estoy otro día igual, con el mismo ordenador, la misma cara y esa sensación de estar más muerto que vivo, caminando ebrio y solitario por las calles desiertas de mi cabeza.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Tintes de rock y trasnoche



Con tintes de rock y trasnoche, saciado por el banquete de la abundancia, apareció postrado ante el altar... Su cara reflejaba malestar, y sus ojeras pedían horas de sueño desde hacia varias noches.  
   - Alguien sabe donde está la novia? -preguntó la niña de la primera fila-
...Y en ese momento un golpe seco retumbó en la iglesia... La novia irrumpió tambaleándose, con una sonrisa mezcla de picaresca e inocencia.
Todos callaron.
Entonces a aquel viejo rockero vestido de pingüino le dio un vuelco el corazón. Ahí estaba ella, en ese estado semi ebrio que tanto le gustaba.
Recordó cuando se conocieron, en aquella fiesta de la universidad donde todo el mundo pasaba de todo el mundo, y tan sólo una chica se fijó en él. Cultivaba una mirada colocada la mayor parte del tiempo que, junto a los ojos achinados por las circunstancias, robó el corazón de un risueño veinteañero.
Sacudió la cabeza como si de un mal sueño se tratase, quizás fuera esa jodida resaca la que le hizo torcer el gesto, pero el público interpretó este como un signo de negación o incluso arrepentimiento.
Pero ella no.
Ella sabía como era él, sabía que estaba a punto de pasar el resto de sus vidas con aquel aspirante a hombre, llevaba muchos años arrancándola sonrisas y la idea de pasar juntos una vida la hizo mojar esa cara lencería que había comprado para la ocasión...
Y sin quererlo su cabeza había retrocedido cinco años atrás, a la noche de la fiesta con los compañeros de clase. La noche en que el chico con aires de estrella de rock, que apenas conocía, entró en su vida y la unió con la suya a base de sucios polvos por los peores bares de la ciudad.
Pero eso pasó ya hace mucho tiempo, tanto, que las borracheras periódicas que compartían desde aquellos años, habían borrado gran parte de sus recuerdos, y todo era muy difuso en cuanto a un pasado juntos. Habían recorrido Europa persiguiendo festival por festival, grandes giras de sus grupos de rock favoritos, y si no fuera por las fotos que guardaba en su portátil, los recuerdos serían aún más difusos...
Pero esa era la vida que habían elegido, eran la puta pareja más marchosa que te podías encontrar en una fiesta, la gente les había visto celebrar sus triunfos y ahogar sus penas juntos. Era una relación de buenos amigos que compartían cama, barra e intercambiaban fluidos allá donde fueran... y esa es la vida que siempre quisieron tener.
Entonces una voz la devolvió de un plumazo al lugar donde estaba, esa voz ronca y seca que tanto la gustaba...
   - Cariño, ¡estás preciosa!
Y al mirar aquellos ojos, que tenían el mismo brillo que hacía cinco años, se le aceleró el corazón.
Tragó saliva y agarró su mano, fuerte y firme.
   - Gracias, tú tampoco estás nada mal. -contestó mientras le guiñaba un ojo-
Ambos sabían perfectamente que eso no era cierto, una despedida de soltero el día antes de la boda, nunca fue buena idea. Pero ese había sido el trato, sentados en aquel bar de Londres, habían decidido casarse celebrando una despedida de soltero por todo lo grande, la víspera de la boda y a poder ser, ir un poco borrachos a la iglesia para darle un toque de emoción...