Lisboa es una mujer
que me dan ganas de amar,
cura el mal de amores
con tan sólo pasear,
por cualquiera de sus callejas,
empedradas y discretas.
Sin olvidar a sus artistas
que la pintan de bonita
si es que ella lo necesita.
Salpica tus sentidos
con ese caos consentido
con el que disfruta el viajero
con el que goza el vecino
Salpica tus sentidos
con ese caos consentido
con el que disfruta el viajero
con el que goza el vecino
Un beso para ti
y otro para la parienta
y dile a Lisboa
que no me lo tenga en cuenta
que pienso mucho en ella
y que la tengo entre mis piernas
y otro para la parienta
y dile a Lisboa
que no me lo tenga en cuenta
que pienso mucho en ella
y que la tengo entre mis piernas