domingo, 15 de septiembre de 2013

Melancolía


Sigo soñando contigo todos los días... como una aparición divina me das señas cada noche, no se quién eres ni donde estas. Pero se que me estas esperando en algún lugar de este planeta, no te hecho de menos ni tan siquiera te añoro. Pero espero cruzarme un día contigo para decirte que no te necesito, que me dejes en paz y que mi cabeza nunca ha tenido dueño, mi cuerpo vaga libre por el mundo bailando con el verde de los montes... y ahí es donde se perdió mi mente no entre unas piernas, si entre dos árboles: curiosidad era el primero y libertad el segundo.
Entonces olvida mi voz, mi cara y mis manos, si en verdad nunca estuve ahí... ya sólo quedan recuerdos pasados.


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