martes, 1 de octubre de 2013

Lágrimas, huesos y deseo


Olvidando los recuerdos
de una mente ya nublada
escondido entre las sombras
del rincón de las palabras,
perdido y reencontrado
sumido en el olvido
esperando los aplausos
de un público consentido.

Sigo enfadado con la luna
ni ella sabe de mí,
ni yo quiero su ayuda.

Cada uno su camino
su destino y sus disculpas,
yo ya no mendigo
un corazón que no se usa.
Viajando por lugares 
repletos de discordia,
camino al inframundo 
buscando misericordia.

Nunca seguí la fe
de unos dioses que no veo
por eso mis respetos
no bailan con tus trofeos,
de pequeño en la escuela
me obligaron a seguirlos,
en marionetas y discípulos 
quisieron convertirnos.

Muchos sucumbieron
otros pelearon,
alguno ya no está
y casi todos se olvidaron.

Entre sotanas y alzacuellos
continúan los misterios,
y el infierno que proclaman
solo lo construyen ellos.
¿Pero que sabéis de mí?
si mi verso es mi elixir 
y ninguno de vosotros
 me enseñasteis a vivir.

¡Joder! ni allí, ni aquí
yo siempre fui de ahí
me cortasteis las alas,
pero aprendí a ser feliz.


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