jueves, 12 de diciembre de 2013

Dejó el tintero lleno y el pupitre vacío

Tenía la mirada perdida y la paciencia del pescador,  oteaba el horizonte esperando alguna señal...
Un saxofón resonaba en el estéreo rompiendo el silencio.
El amor llamaba a su puerta o eso decía él, pero portazo tras portazo espantaba todo sentimiento. No sabía si no podía o si no quería, pero lo cierto es que soñaba con una aparición divina, una poetisa vestida de cabaret, una cantante con voz sensual que apreciaba los buenos versos que salían de su boca. De repente la música cesó y de un plumazo volvió a su realidad. La solitaria verdad de su humilde morada le recordaba que el folio en blanco que tenía delante no se escribiría solo,  entonces espantó todos los fantasmas de su cabeza y se levantó a por algo de beber...
La vida está acotada y es imposible escapar por eso juega a ser escritor en un mundo sin sentido, quiere retratar la belleza del silencio y el olvido.



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